Cuando la visión se pierde.
Jeshimon
Que significa esta palabra? Déjenme resumírselas en una expresión,
el desierto árido otra vez?
La triste Estepa otra vez? Por acá ya no hemos pasado?
Tenemos dos historias dentro de una sola, y dos perspectivas
dentro de la misma historia: la del pueblo de Israel y la de Moisés, ésta historia,
nos aclara esta insinuación. Números 21:18-20 y Deuteronomio 34:1-3
Ambos llegaron al monte de pisgá, Moisés y el pueblo de Israel,
ambos subieron con la esperanza de ver hacia el futuro de sus vidas, solo que
ambos miraron dos cosas distintas.
Moisés el Legislador , el guiador del pueblo el hombre que
los ha llevado hasta ese lugar sin poder pasar sus linderos, por prohibición
del Altísimo , sube a la cima y en vez de rastrear con su mirada de mirar lo
inmediato , agudiza su mirada perfila su
rostro, eleva su visión la enarbola como una ráfaga de viento altísimo y puede ver
al fin , su escalada y culmino de la promesa adquirida.pudo ver en gran escala "La tierra Prometida"
Desde los lados de la cumbre del Pisgá enfrente de Jericó ,Jehová
le muestra toda la tierra de Galaad hasta Dan, todo Neftalí y la tierra de
Efraín y de Manasés , toda la tierra de Judá
hasta el mar occidental, el Neguev, y la Llanura la vega de Jericó ciudad de las
palmeras hasta Zoar.
Moisés mira y vuela más alto y se deja llevar por la amplitud
de su espíritu sobre el Espíritu del gran Dios a la gloria inminente de su
pueblo, pudo proferir bendición a sus 12 tribus antes de morir. Moría tranquilo
feliz había visto su visión hecha realidad sabía mirar el futuro que Dios le
prometió y estaba allí delante de sus ojos
Estaba observando toda su promesa cumplida
Israel también hizo lo
mismo, y de Bamot al valle que está en los campos de Moab, sube a la cumbre del
Pisgá y que ve? Solo desierto ,desierto y más desierto , sus ojos incapacitados
para ver más allá de lo inmediato, de lo visible ,se estrella como un ave
herida ante una cruel realidad , no ve más allá de su nariz y de su fe ,
Israel
miró pero al contrario de Moisés miró bajo, muy bajo.
Ayer como hoy igual que Israel miramos un desierto sin
promesas sin paz, sin descanso, incapaz de darnos reposo.
Los pueblos ven lo inmediato lo cercano sus posesiones su
presente sus dificultades las averías de una vida monótona y sin fe sin palabra
que seguir que ir ni a quién acudir, la palabra se vuelve vacía y lejana como
esa tierra prometida que jamás miramos.
Seriamos incapaces de ver las alturas
de Dios, el mañana con El y en El, somos incapaces de mirar el cielo y la nueva
tierra prometida la Nueva Jerusalén que nos espera y solo vemos nuestros pies
caminando en un mundo lleno de rechazos desilusiones pruebas mil sin soluciones
aparentes, paro el hombre .
Decimos a veces yo pensaba que aceptar a Cristo era el fin de
mis problemas, la paz perpetua de mi alma gozo incontenible todos los días y
una victoria segura todos los días alejadas del fracaso los contra y los
desfavores, pero a veces nos sumimos en un mundo lleno de pruebas sin fin una
tras de otra , una peor que la otra una mas irritable que la otra como si caminásemos
en el desierto ardiente en un día azotado por el sol y sin protección ni calzado.
Y pensamos con más cuidado, proviniendo de la voz del Espíritu , y tu visión ? de veras es tan corta
que no puedes ver más alto y avistar con tu mirada espiritual las promesas en
una fe inquebrantable lo que ha de sobrevenir al final de tu camino?
Cuando planeamos
bajo y no podemos ver sino lo mediato es como perder la visión que Dios nos ha
dado en su obra.
El pueblo de Israel moría por falta de conocimiento así como todo aquel que rechaza la `palabra y el conocimiento de ella tiende a morir en fracasos múltiples y en el sequedal de una vida infructífera y sin valor espiritual .
Moises pudo ver por los ojos de la fe que proyectó a sus ojos
humanos, la verdad de la palabra de Dios,
Él es fiel para cumplir cada una de las promesas hechas a su Iglesia, la
cual es su cuerpo, y que ni una jota o tilde caería por tierra sin cumplir cada
cosa , que promete.
Jeshimón es para aquella persona que ha claudicado en la fé
en el hijo de Dios, aquel que ya no cree a sus promesas ni es capaz de soportar
los rigores de la misión a la cual hemos sido encomendados
Deja volar tus pensamientos tan altos como los pensamientos
de Dios, camina los caminos que transita el Hijo de Dios en fe constancia y perseverancia y te reencontraras con
lo que Dios ha trazado para ti.
Dios te bendiga.
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